Feliz Navidad desde el pueblo

En alegria-activity, si algo define nuestro trabajo es lo que casi nunca se ve: el oficio y la entrega de quienes están en la carretera, en el taller y en el montaje. Esta Navidad miramos hacia dentro para dar las gracias a ese equipo que sostiene cada campaña con franqueza, horizontalidad y orgullo de “agencia de pueblo”

Hay un dicho entre los informadores que señala, con razón, que el periodista nunca debe ser noticia. En alegria-activity no practicamos el periodismo, pero sí somos una agencia de comunicación. Y, sin ser lo mismo, el dicho se nos puede —y debería— aplicar igual. Lo importante de nuestro trabajo jamás somos nosotros. Siempre son nuestros clientes: las marcas e instituciones que confían para llevar un mensaje, mover una palanca mediática o generar contenidos en redes sociales.

Pero en estas fechas, si nos lo permitís, vamos a mirar hacia dentro. Porque detrás de todo eso que hacemos —la comunicación que toca— hay un montón de nombres y caras que se dejan la piel para que el mensaje llegue, se entienda y se comparta. Y lo vamos a hacer como somos: una agencia de pueblo. Por origen —Montaña Alavesa—, y por una forma muy concreta de estar en el mundo y de hacer las cosas.

En una agencia se ve lo típico: la reunión, la estrategia, el guion, el calendario, el diseño, la creatividad, la gestión. La ‘oficina’ es importante. Es el lugar donde fabricamos las ideas, ordenamos el caos, tomamos decisiones, escuchamos al cliente y manoseamos el mensaje hasta que queda claro y coherente. La ‘oficina’ es el mapa.

Pero una campaña no se sostiene con mapas, sino con piernas, manos y oficio. Y eso, en nuestro sector, apenas se ve. Se ve poco —o nada— el trabajo de quien carga, monta, conecta, conduce, revisa, repara, ilumina, mide, asegura, resuelve imprevistos y vuelve a empezar al día siguiente. Se ve poco la logística que hace que un ‘roadshow’ llegue a tiempo; el taller que deja la unidad impecable; la electricidad que convierte un plano en una experiencia; la carpintería que hace real una idea; los monitores y monitoras que cuidan al público; el equipo técnico que, cuando algo falla, busca soluciones…

En alegria-activity, creemos en equipos horizontales, en la franqueza y en la hospitalidad: hablar claro, hacer bien, compartir lo que hay y tratar a la gente como te gusta que te traten. Lo “de pueblo”, en el sentido más puro del término, es más una cuestión de ética que de estética. Es respeto por el trabajo, por el tiempo de los demás y por la palabra dada.

Así que en Navidad, además de agradecer a quienes confían en nosotros, ponemos el foco donde casi nunca se pone: en quienes no están en las oficinas y, aun así, son igual o más importantes. Conductores, monitores, personal de taller, electricistas, carpinteros, montadores, técnicos. Gracias por ser la punta de lanza de las campañas. Gracias por sostener lo que hacemos y, sobre todo, cómo lo hacemos.

Feliz Navidad, de parte de alegria-activity. Y gracias por acompañarnos este año. De pueblo, con orgullo y con los pies en el suelo.