‘Drogas o tú’ o cómo trasladar un mensaje más allá del impacto

En un mundo saturado de impactos digitales, donde los anuncios se pierden y la atención es un bien escaso, hay un formato que logra algo esencial: detenernos, mirar, escucharnos.

Las campañas institucionales de concienciación e información cumplen un papel imprescindible en la salud de una sociedad moderna: trasladan conocimiento riguroso con sensibilidad, dan cuerpo a los valores públicos y fomentan el pensamiento crítico colectivo. Pero para que esa misión sea efectiva, el mensaje no puede quedarse en una pantalla. Tiene que moverse. Respirar. Llegar allí donde está la gente.

La Comunidad de Madrid lo ha entendido a la perfección. Con su reciente campaña itinerante para la prevención de adicciones entre jóvenes —“Drogas o tú” es el mensaje claro, directo, necesario— ha apostado por un formato que va más allá de la información: transforma. Una unidad móvil que recorre municipios, escucha acentos distintos, mira a los ojos y planta una semilla de conciencia. Allí, en plazas y centros escolares, el mensaje no se diluye: se conversa.

Donde hay jóvenes, hay conversación. La campaña ‘Drogas o tú’ convierte cada parada en un espacio de reflexión compartida, llevando la prevención al corazón de cada municipio.

Donde hay jóvenes, hay conversación. La campaña ‘Drogas o tú’ convierte cada parada en un espacio de reflexión compartida, llevando la prevención al corazón de cada municipio.

Este tipo de campañas en movimiento son el medio perfecto para temas que requieren cercanía, empatía y presencia. Frente a la frialdad del clic, la experiencia compartida. Frente al ‘scroll’ infinito, el encuentro humano. Las campañas itinerantes generan mensajes más allá del impacto. Son el altavoz humano de lo institucional, el puente entre la administración y su ciudadanía.

En alegria-activity lo sabemos bien. Llevamos años recorriendo kilómetros con mensajes que importan. Transformando calles en foros públicos, vehículos en centros de divulgación, acciones efímeras en recuerdos perdurables. Porque cuando una campaña se vive, ya no se olvida.

La divulgación tiene cuerpo, rostro, palabras y emociones. Y viaja en carretera.

Somos alegria-activity, la comunicación que toca.